Archivo diario: febrero 23, 2012

Caleidoscopio


El Caleidoscopio  (del griego kalós bella éidos imagen scopéo observar)  es un artefacto  construído con un cilindro dentro del cual se tiene tres espejos rectangulares cada uno con un ángulo de 60 grados, y pequeños trozo de vidrio de diferentes colores, una ventana ciArchivo:Teleidoscope animation.gifrcular que deja pasar la luz y una mirill a través de la que  observamos las imágenes que se forman mientras giramos lentamente el cilindro. «El caleidoscopio es también muy conocido por el teleidoscopio, pero no hay relación entre ambos. Aunque lo más común es que esté integrado por tres espejos, también puede construirse un caleidoscopio con dos, o más de tres para conseguir distintos tipos de efectos. El caleidoscopio moderno fue inventado en 1816 por el físico escocés David Brewster, tramitó la patente correspondiente y lo puso a la venta. El ritmo de venta fue enorme, pero la facilidad de fabricación fomentó las imitaciones y réplicas. En sólo pocos días, Brewster dejó de recibir  ganancias que pudieran ser consideradas atractivas. Es uno de los juguetes  más conocidos del mundo.» (elaborado en material tomado de la wikipedia).

Este invento nos muestra imágenes fascinantes en la que podemos reconocer ciertos patrones, debido a la estructura interna del aparato, que ee realidad no conocemos si no se nos explica o lo abrimos para ver como está construido, desde fuera sólo podemos observar las figuras aque se forman. El movimiento circular que le damos distribuye al azar los trozos de vidrio, pero observamos un orden que se debe a la estructura interna del caleidoscopio , en principio desconocida para el observador. Algo parecido  sucede cuándo hacemos observaciones de fenómenos naturales o  nos maravillamos del orden cósmico: observamos patrones, pero desconocemos exactamente porque se forman y que tipo de estructuras dan origen a ese orden en medio del caos aparente. Tanto para niños, como adultos, un calidescopio es divertido y nos podemos pasar mucho tiempo viendo como evolucionan las formas que observamos, en cierta forma nos convertimos en exploradores del este «cosmos en miniatura», es una buena aproximación de los que hacen los científicos. es recomendable tener uno en casa, incluso para relajarnos.

Un espejo para el cerebro


En el segundo capítulo de «El Cerebro Viviente» Walter Gray aborda lo manera como evolucionó el concepto de la mente humana y el cerebro desde la Grecia antigua., empieza con una cita de Alicia en «A través del espejo» (conocida novela de Lewis Carroll:

«Supongamos que hay manera  de atravesarlo, Gatito. Supongamos que el cristal se ablanda, que sea como un velo que que nos deja pasar. ¡Qué!, ¡En verdad se torna en una especie de neblina!. Será fácil atravesarlo…»

Comenta que los griegos a pesar de su agudeza, no vieron nada en el cerebro ni quisiera como un receptáculo de la mente, era sólo «una cosa en la cabeza», interesados ellos más en la capacidad humana de tener «una mente, de un alma, de un don espiritual de los dioses » ahora nos parece extraño que no se anticiparan a los pensadores que aparecerían unos viente siglos después. Ellos encontaron igual que otros pueblos de la antigüedad que la mente se alojaba en el diafragma,  cuyos «movimientos rítmicos  les patrecía estaban estrechamente relacionados con lo que en la mente sucede…

«Las viejas ideas no están siempre tan lejos  de la verdad como parece», así la raízetimológica de la palabra difragma es la misma que para palabras de su frecuente como: frenesí, frenético, frenología y esquizofrenia. Los filósofos clásicos establecieron que ciertos efluvios de la mente provienen del diagragma.  Algunas de estas ideas persistieron hasta el siglo XIX  y sobreviven actualmente en el lenguaje común.

Estos  «fósiles del lenguaje» y encierran un elemento de verdad, basado en la observación de los estado mentales, que efectivamente están relacionados con los órganos señalados, y «hasta se podemos decir, en cierta forma» que se originan en ellos»… «algunas frases  de las frases más primitivas y hermosas del lenguaje llevan implícita esta dependencia de la emoción sincera o prfunda respecto al corazón y las visceras»… «La falta de atención de los griegos dipensaron al cerebro resulta más curiosa todavía, si recordamos el precepto oracular: «conócete a tí mismo».

Walter Gray en el segundo capítulo de «El cerebro viviente dará cuenta de los avances de la neurofisiología hasta en lomento que publica el libro en 1953.